QIGONG

El Qigong es el arte y la ciencia para refinar y cultivar la energía interna. Desarrolla habilidades que pueden tener un amplio espectro de aplicaciones.

El Qigong es una joya con múltiples facetas. Su práctica puede influenciar cualquiera de los aspectos de la vida cotidiana.

No existe un solo estilo o escuela de Qigong, sino que hay varios miles, todos basados en principios como el equilibrio, la relajación, la respiración saludable y buena postura.

La práctica de Qigong es como una acupuntura sin agujas.

El paciente o la paciente aprende a usar unos movimientos físicos, técnicas respiratorias y la intención para movilizar el Qi. Aprende a regular el propio flujo del Qi y a enviarlo a las zonas afectadas para que el cuerpo pueda repararse con más rapidez y facilidad. El Qi puede traducirse como energía vital. En el taoismo el Qi puede visualizarse como energía, aliento o espíritus luminosos.

El Qigong es fácil de aprender, pero su dominio requiere dedicación y perseverancia.

Tampoco requiere gasto alguno ni equipo de entrenamiento ni procedimientos médicos invasores y costosos. Solamente el propio cuerpo y la propia mente.

La palabra Qigong puede traducirse como “trabajo de la energía”.

El objetivo último del Qigong es encontrar el “equilibrio” entre lo exterior y lo interior. Entre nosotros mismos y nuestro alrededor. Dentro de nosotros mismos, entre nuestros órganos internos.

Todas estas palabras las he encontrado escritas en un libro. Ahora os daré mi parecer sobre el Qigong. Qué significa para mí. Yo lo calificaría como una posibilidad. Que a mí me vaya muy bien con el Qigong no quiere decir que no existan otros caminos. Lo importante es el objetivo.

El Qigong es un medio de comunicación con nosotros mismos, con nuestro cuerpo. La meditación y las posturas estáticas te permiten observar cómo está éste. Tomar conciencia de que existen múltiples y diferentes órganos, conjuntos o “partes”, zonas del cuerpo a las que no se les presta atención pero que, en realidad, tienen mucha importancia. Creo que puede ser positivo para gente con DCA o hemiplejia debida a un traumatismo craneoencefálico.

Concienciarme de mi lado derecho me está permitiendo ganar cada vez más sensibilidad. El ritmo que requiere su práctica, acaba convirtiéndose en tu propio ritmo.

Observas que la gran mayoría de gente va estresada por la vida. Con prisas.

La práctica de Qigong a mí me da “poder”, seguridad en mi mismo, tranquilidad. Otra escala de valores.
“Poder” entendido como posibilidad. Si conoces tu cuerpo y entiendes como funciona, te está siendo otorgada la posibilidad de equilibrar y armonizar su funcionamiento.

Posteriormente, aplicas esa lógica a todos los demás aspectos de tu vida e, inevitablemente, disfrutas y experimentas los frutos.

Lo que me atrajo del Qigong rápidamente, y desde el inicio, es que funciona desde el primer momento. Cuando finalizaba las primeras clases que recibí, tenía más equilibrio físico que antes (el equilibrio, o la falta de él, es un problema habitual en gente con DCA, debido a un traumatismo craneoencefálico), tenía más seguridad en mi mismo ( su falta también es un problema habitual) y me sentía más tranquilo, más seguro.

Ahora empiezo a experimentar unos cambios más profundos y, por lo tanto, más estables en mi persona y en mi carácter.

Pero paciencia, todo llega.

Por todo esto, creo que puede ser beneficioso para mi colectivo.

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